A mediados del siglo XIX, un ingenioso vecino de Mazo llamado Isidoro Ortega puso en práctica un sistema de molino de viento novedoso, muy distinto al modelo que existía entonces en el archipiélago. El sistema Ortega se propagó por todas las islas y, en 1931, cuando se construía una de estas máquinas en La Gomera, don Isidoro murió de grangena tras un accidente en el montaje.
«Los molinos de viento de las islas canarias». Revista de folklore (2015)
Autoría: Manuel Poggio Capote y Antonio Lorenzo Tena
Fuente ilustración: Bienmesabe.org
Categorías: Aventura, Biografía, Época